miércoles, 21 de abril de 2010

Sangre en primera persona.



Es difícil creer, como un crio de 16 años ha llegado a lo más alto del crimen Irlandés…todo sucedió sobre el 1855

Yo recorría las calles de Dublín como cada lunes, bajaba cuestas, rodeaba mercados, saludaba galantemente a las señoritas que pasaban, las cuales nunca se hubieran imaginado que aquel chico tan guapo y educado, tras acompañarlas a cruzar la calle, les sustrajera la cartera.

Sé que es lo único que puedo hacer en esta ciudad, me di cuenta que los estudios no eran lo mío hace mucho tiempo, pero si hubiera sabido lo que me depararía la vida hubiera matado por volver atrás y acabar los estudios.

Todo sucedió aquel mayo del demonio, salía de mi casa situada al Este de la ciudad por Mount Brown, mi madre me despedía efusivamente desde el piso de arriba mientras tendía aquella colada con sus alegres colores que animaban las calles de la ciudad, salí a paso lento, no tenía rumbo, pero sin quererlo acabé en Set James, un barrio pequeño que se las da de ciudad, la gente es demasiado reservada, te saluda por educación y se da la vuelta como si su vida no quisiera perder el tiempo con la de un ser inferior. Las calles de St James, esa mañana, estaban solitarias. Había robado más de una vez por allí, es fácil, la gente anda con demasiadas prisas y no se da cuenta de lo que lleva. Baje la cuesta hasta la plaza y descansé bebiendo en la fuente.

Escuche una orquesta calle abajo así que me propuse llevar un poco de dinero a casa, el círculo de personas que rodeaban a los músicos me impedía ver el espectáculo, pero di un rodeo disimulando y robe unas 6 carteras, cuando se quisieron dar cuenta yo ya estaba saliendo de St James. Me paré en una taberna de paso para tomarme un cerveza magra, el tugurio estaba desierto, así que me senté en la última silla de la barra, me di cuenta de que el taburete cojeaba así que me agache para ponerle un piquete, al agacharme oí entrar a algunas personas, no se habían dado cuenta que yo estaba allí, sus voces no infundían alegría que digamos, asustado me quede donde estaba.

-¿Cómo es posible? Van tres muertes esta semana Stuart y tú dos veces has pasado por el calabozo.-Habló el que parecía el cabecilla

-Lo siento Mounster, sabe que tengo problemas en casa, ya no hay tanto dinero.-Dijo el calvo bajito.

-Es verdad Mounster cada vez son menores los beneficios, ya casi no hay muertes. -Comentaron otros dos

-¿Sabéis por qué? Porque cometéis errores, demasiadas pruebas, sois lentos... cada fallo es un cliente menos.

-Ya no somos tan ágiles, llevamos 20 años matando por dinero, algún día habrá que dejarlo.

-Puede, pero ese día no será hoy, ha llamado El killers, y esta vez es importante, van 3 de los grandes por muerte…solo que será en la calle Haddingthon a las afueras. Quien quiera pasta que vaya, será a las 9 en el caserón del señor Corsin.

Volviendo a casa me pregunté.¿ cómo puede haber gente así?

¿Tres de los grandes?.

Y tras blasfemar un par de veces y robarle el carruaje al Sr Persson salí a las a fueras de Haddingthon, no podía creer lo que estaba haciendo. Encontré el caserón del señor Corsin.

Vi a un señor frente la puerta., no era ninguno de los de la taberna, me alegré seguramente sería el Killers

-¿Es usted el Killers?

-¿Cómo me conoce? no me suena su cara.. y yo nunca olvido una.-Dijo apoyando un viejo bastón de marfil.

-Vengo por lo del asesinato, me manda Mounster. Soy nuevo, vivo en St James.

Me estrechó la mano y me obligó a que le devolviera la cartera.

-Tiene 45 min , en la casa hay dos personas, tome el revólver, yo le esperare en la calle contigua si hay algún problema… no me conoce.

La puerta del caserón estaba abierta de par en par, el revólver se me resbalaba de las manos ¿Qué estaba haciendo?

De pronto una faceta desconocida surgía de mis adentros y agarre el revólver con muchísima fuerza, casi podía escuchar la bala, y a paso firme entré, la casa estaba bastante amueblada parecían tener bastante dinero y eso me dio más fuerzas para seguir, subí las escaleras de dos en dos y entré en la habitación donde había luz

Unos ojos aterrados me miraban desde la cama cogí un cojín para usarlo de silenciador y sin mirar a la victima disparé dos veces..-me sentía bien, estaba vivo..

Salí a por la siguiente víctima, estaba en la habitación contigua y al entrar descubrí al Sr Cossin maltratando a su hija menor...ella llorando y arañando las paredes apenas tenía voz para gritar, dispare a la espalda de aquel estúpido y desate a la hija de la silla, era preciosa sus ojos azules se incrustaron en mis pupilas, es increíble como unos ojos pueden decir tanto, en tan poco tiempo,

Sonreí y salí a tras pies de la casa, El killers me dijo que habría dos personas… pensé en no decirle lo de la muchacha..

En la calle contigua me esperaba el carruaje del Killers me asome y me guiñó un ojo.

-Eres muy bueno muchacho, como se nota que no te envía el Mounster…¿de dónde has salido chaval?

Le conté la historia, me sonrío y me dijo que valía para esto, me pago lo prometido y me dijo que estaríamos en contacto.

Fui a buscar el carro que conduje hasta aallí, estaba en la calle del caserón, al ir vi una cosa blanca descendiendo por un árbol, me acerqué y en mis brazos cayó la pequeña Cosiin.

-Llévame contigo.-y me miró con esos ojos a los que todavía no he aprendido a decir que no.

Con el dineral que había ganado decidí comprarme una casa en mi pueblo natal para no estar alejado del negocio ni de mi madre.

Caroline se instaló conmigo aquella misma noche y con la mano en el corazón os digo que ha sido lo mejor que me ha ocurrido en toda mi vida.

-Mounster se ha enterado de lo de los asesiantos.-Me contó el Killers,

No está que digamos contento, tenía gran interés por aquel viejo caserón, no sé que podría querer si cuando le propuse matar a los habitantes dijo que ¿Por qué? Si solo viven los dos viejos Coussin

Deduje que el interés de Mounster no sería por el caserón, más bien por Caroline..

Pasaron siete meses después de aquel mayo, y asesinato tras asesinato fui mejorando técnica y consiguiendo bastante dinero…las amenazas de Mounster hacía mí iban aumentando, pues conforme yo aumentaba el sueldo él lo disminuía, tuve un par de enfrentamientos con él…pero logre escapar con vida.

Caroline y yo estábamos en un momento estupendo, estaba embarazada de tres meses y pensábamos casarnos la semana siguiente.

Esa noche tenía un crimen en St Patrick a media noche.

No quise despertar a Caroline estaba tan dulce durmiendo a mi lado…la bese en la mejilla y salí corriendo.

El killers me explicó la calle por carta, calle 25 de St patrick. Pero por más que andaba y buscaba la calle 25 no aparecía y el último número de aquella calle era el 17, no había más.

De pronto escuché un silbido tras de mí y al girarme descubrí a la pandilla del Mounster cada uno con una pistola. Imposible escapar...

-¿Qué. ya estáis mandados por el Mounster?-Chillé

-Si ¿y?, el está con un asuntillo mucho más importante…-se oyen risas…me imagino lo peor, al pensar en Caroline en peligro se me estremece el corazón..

-¿Por qué no dejáis esto? No se… ya no valéis lo mismo.. estais mayores.. Sabéis que podéis matarme aquí ahora y tener un montón de crímenes semanales. Pero una pillada más y os dan la perpetua…yo puedo conseguiros trabajo normal... y podréis buscar una esposa y…

Un carruaje se paró enfrente de St Patrick de adelante bajó el Mounster tiranado de Carolin.

-Muy buen numerito niñato...

-Para ti soy el Capo…

-Cállate no ves que tengo a lo que más quieres en el mundo? Y que si alguno de esos inútiles dispara esta morirá...

-Bueno venía para despedirme de todos…me voy a Florencia ... allí el crimen está mucho mejor cotizado y bueno, tendré una esposa preciosa y bueno el hijo está en camino.-dijo apuntando con la pistola a la barriga de Caroline..

No aguanté más eche a corre hacia él.. y un tiro resonó en toda la calle St Patrick..

El pesado cuerpo de el Mounster descendió poco a poco hasta acabar tirado en el suelo..

El killers apareció tras de él.

-Nunca olvido una cara… pero la suya nunca me gustó.

A la semana siguiente Caroline y yo nos casamos en St James..

Dos meses más tarde nos mudamos a Florencia donde con seguí llegar a un alto cargo de la mafia Italiana

Cuatro meses más tarde nació mi hijo..